El negro siempre será el negro; excelente para combinar,
elegante, deportivo, clásico, contemporáneo y futurista a la vez, los relojes
negros son una tendencia de la relojería de los últimos años, no obstante, cada
configuración debe responder a una filosofía de diseño y a un espíritu de
producto, lo cual nos lleva a pensar que tratándose de Jeanrichard, esa meta
será fácil de alcanzar, pero la casa relojera volvió a superar nuestras
expectativas.
Pudiese haber tratado la caja con un material menos
exclusivo, tal como el PVD, no obstante el acero fue cubierto de DLC (Diamond
Like Carbon), difícil de manipular y mucho más costoso que el anteriormente
citado –”¿Para qué?”–, se preguntarán, pues para verse excelente en todo
momento, sin importar el paso del tiempo ni las inclemencias del clima.
La caja y el movimiento obedecen un tipo de construcción patentado
por Jeanrichard, fácil de mantener, ensamblar y sumamente confiable, mientras
que su movimiento modular (JR66) es extremadamente preciso. De éste sí podemos
decir que se trata de un “caballo negro”, de batalla, pero al mismo tiempo de
manufactura y alta tecnología relojera.
El Neroscope es el vehículo adecuado para viajar en la
muñeca de los pilotos y la gente que admira las hazañas de quienes pueden
volar, pero también resulta el reloj esencial de la gente que busca un look sin
ataduras y estética “all black” con embrague deportivo capaz de mantener su
funcionamiento durante 42 horas a una frecuencia de 4 Hz.