martes, 17 de marzo de 2015

La apreciación del franco mina las exportaciones relojeras

El 2014 fue difícil para los relojeros suizos. El prolongado impacto que ha tenido la campaña china para frenar las dádivas corporativas, los disturbios civiles en Hong Kong –principal mercado internacional de los relojes suizos– y la caída del rublo han ralentizado el crecimiento de las exportaciones, que aumentaron un 2,3% en los primeros 11 meses del año.

Por el momento, las protestas han cesado en Hong Kong y lo más significativo del impacto que tuvo la lucha de Pekín contra los sobornos se ha desvanecido. La situación en Rusia, no obstante, sigue siendo volátil.

A esto se suma que los fabricantes de relojes suizos deberán hacer frente en 2015 a un moneda más fuerte, después de que el Banco Nacional de Suiza sorprendiera la semana pasada los mercados con la abolición de su política para evitar la apreciación de su divisa más allá de los 1,20 francos por euro.

Históricamente, la fortaleza del franco suizo ha sido negativa para las cuentas de Richemont y lo aún más para el Grupo Swatch”, afirma Thomas Chauvet, analista de Citigroup.

Dado el panorama de volatilidad que reina, los fabricantes de relojes llegaron este lunes al Salón Internacional de la Alta Relojería de Ginebra (SIHH) –la primera feria relevante del año– con un espíritu prudente.

"Las marcas están en una situación holgada, pero actúan con cautela porque el contexto político y económico del mundo no es estable“, apunta Fabienne Lupo, presidenta y directora general del SIHH. “Aun así, las exportaciones de los relojes suizos crecieron entre el 2 y 3% en 2014. Es menos que en años anteriores, pero aún es un dato positivo“.

Algunos analistas consideran que, salvo que se produzca un acontecimiento inesperado, volverá a observarse un crecimiento más elevado y a largo plazo. “Tal vez soy demasiado optimista”, dice Jon Cox, encargado de las acciones suizas en Kepler Cheuvreux. “Pero pienso que las exportaciones de esta industria crecerán alrededor del 7%. La gama alta podría crecer más rápido, alrededor del 8% ".

Cox basa su optimismo en que los datos oficiales de China comienzan a reflejar un menor impacto de los efectos que tuvo la campaña anticorrupción que puso en marcha Pekín. Y en la medida en la que los disturbios civiles pierdan fuerza en Honk Kong, los turistas volverán a las ostentosas ‘boutiques’ de la isla.

Pero la mayoría de los analistas se muestran más pesimistas respecto al futuro. “Creo que el crecimiento será inferior al 7%. Hong Kong sigue siendo un problema y China aún es motivo de inquietud”, anota Luca Solca, de Exane BANP Paribas. “Creo que la industria internacional de los artículos de lujo crecerá entre el 4 y el 6% este año, y se verá algo parecido dentro del sector relojero, que ya no registrará un crecimiento de dos dígitos como en el pasado”.

Según René Weber, analista del banco Vontobel de Zúrich, el panorama en Asia está lleno de contrastes. En Hong Kong y China, se espera un crecimiento de un dígito, pero en Japón y Corea del Sur se observará una evolución económica más interesante, debido en gran medida a los turistas chinos.

Weber afirma que en Europa la tasa de crecimiento también será de un dígito. La demanda interna será muy lenta, pero el consumo de los turistas permitirá imprimirle cierto dinamismo. “Habrá pocos turistas rusos, pero los chinos estarán presentes y la debilidad del euro frente al dólar y frente a otras monedas asiáticas hará que (Europa) siga siendo un sitio atractivo para ir a adquirir relojes”.

En la actualidad, no obstante, el principal interrogante que se cierne es sobre el futuro de la demanda rusa. La abrupta caída del rublo llevó a algunas marcas (extranjeras) a incrementar sus precios hasta un 40% en Rusia a finales del año pasado –lo que repercutirá negativamente sobre las ventas. Pero como los consumidores rusos representan solamente el 4% de la demanda global de relojes suizos, se espera que el sector maneje bien el impacto.

No obstante, algunas marcas en particular pueden sufrir seriamente, especialmente las que se ubican en el extremo superior del mercado –el de los artículos de lujo–, ya que los rusos representan entre el 5 y el 10% de la demanda de este tipo de bienes, dice Solca.
Diversificación

Con un crecimiento que será más complejo en años previos, otra tendencia que puede observarse es la de la diversificación, apunta Solca. “El año pasado vimos el lanzamiento del reloj deportivo de Cartier (el Calibre de Cartier Diver). Y hay otras marcas que podrían sumarse y apostar por productos sean cada vez más atractivos para las mujeres”.

Otra pregunta que se hace el sector es qué repercusión tendrán los relojes inteligentes entre los fabricantes tradicionales.

Como resultado del efecto que generó el año pasado en la industria el anuncio del nuevo Apple Watch –cuyo lanzamiento se espera para los próximos meses–, algunos analistas consideran que las marcas suizas capaces de desarrollar productos parecidos son las que se ubican en el extremo inferior del mercado, es decir, Swatch, Tissot y Tag Heuer.

Los fabricantes helvéticos comienzan a reaccionar. El Grupo Swatch y Tag Heuer exploran el desarrollo de sus propios relojes inteligentes. Y Montblanc –propiedad del grupo Richemont– podría presentar durante el presente SIHH su nuevo TimeWalker Urban Speed e-Strap, un brazalete capaz de conectarse a un teléfono inteligente a través de la tecnología Bluetooth.

Montblanc afirma que su e-Strap representa un nuevo paso en su incursión en los instrumentos digitales de escritura.

El año pasado, la compañía lanzó al mercado un lápiz digital utilizable con dispositivos de Samsung, pero el nuevo brazalete implica un avance significativo en el terreno de los relojes suizos de lujo.

"Quizás no sean relojes con ecosistemas de aplicaciones como el de Apple, pero probablemente contarán con características como los sensores biométricos. Espero que los relojes inteligentes sean un tema de gran relevancia este año”, señala Solca.