¿Un cambio de rumbo? Rolex no podría dejar de probarlo, pero una casa no menos tradicional que Patek Philippe, guardián del templo de la relojería, no mostró ninguna vacilación. La curiosidad y la interrogación de la expresión en la cara de Thierry Stern, mientras observaba a los periodistas en la recepción del reloj de piloto completamente inesperado lo decía todo.