lunes, 15 de septiembre de 2014

Suiza ha perdido el tren de los relojes inteligentes

Al renunciar a fabricar relojes inteligentes, la industria relojera suiza está repitiendo el mismo error de los años 70, cuando desestimó la competencia de las piezas niponas de cuarzo, afirmó Elmar Mock, coinventor de Swatch, tras la reciente presentación del esperado Apple Watch.

A finales de la década de 1970, bajo la dirección de Ernst Thomke, Jacques Müller y Elmar Mock, se creó el Swatch, un reloj económico que fue capaz de relanzar la relojería helvética, tras el golpe que le había asestado la producción nipona. Hoy, el director de Creaholic, una empresa de ingeniería y consultoría técnica, critica que los relojeros suizos no estén participando en el naciente mercado de los relojes inteligentes.

El reloj de Apple

Apple presentó el martes su primer reloj inteligente, que estará disponible a partir de 2015 por 349 dólares con dos tamaños de pantalla táctil y una serie de brazaletes intercambiables. Estará equipado con sensores para registrar el pulso y los movimientos del usuario, lo que le permitirá evaluar su forma física. El iPhone será indispensable para que el Apple Watch funcione.

“Este será próximo capítulo en la historia de Apple”, afirmó el director general del grupo, Tim Cook, al presentar el aparato en California. Para Cook es vital probar que el grupo de la manzana no perdió su capacidad de innovar tras la muerte, en 2011, de su emblemático fundador, Steve Jobs.

Elmar Mock: El acontecimiento actual no es el lanzamiento del reloj inteligente en sí, sino que sea el gigante de la comunicación Apple quien se esté lanzando a este mercado. Es lógico que la gente quiera ponerse un accesorio inteligente en la muñeca, una zona estratégica y emocional hasta ahora reservada para llevar relojes. En mi opinión, este mercado posee un potencial colosal.

Pero el gran desafío reside en el entorno digital que rodea a estos relojes. Google, Samsung o Apple lanzarán el suyo. Y la experiencia que registre el consumidor será muy importante. Aún hay mucho por conocer, pero solo se aprende haciendo las cosas. Estoy convencido de que los grandes grupos tecnológicos ganarán esta apuesta.

swissinfo.ch: ¿Los consumidores están listos realmente para adoptar un tipo de reloj que algunos consideran como un mero gadget (accesorio electrónico)?

E.M: El reloj de Apple es mucho más atractivo que el resto de los relojes inteligentes en el mercado. Personalmente, lo utilizaría. No olvidemos que los teléfonos inteligentes de primera generación no reemplazaron inmediatamente a los antiguos teléfonos móviles. Cuando apareció el Iphone, Blackberry afirmaba que Apple no tenía ninguna oportunidad de convencer al consumidor, ya que lo estaba privando de un teclado, y Nokia estaba convencida de que las pantallas grandes no gustarían a los clientes…

swissinfo.ch: ¿Considera que la relojería suiza debe temer la irrupción de estos relojes inteligentes como lo ha sugerido John Ive, el jefe de diseño de Apple?

E.M.: Suiza ha perdido la ‘guerra de la muñeca’. Solo uno de cada 200 relojes en el mundo se fabrica en Suiza. Sin embargo, las ganancias que genera este reloj superan la suma de las ganancias de los otros 199. Suiza ha ganado pues la ‘guerra del dinero’. La relojería helvética ha sido capaz de convertir el latón en oro al crear una joya mecánica que simboliza el ingenio y el trabajo del hombre. Ha sido capaz de realizar un magnífico trabajo de diseño, mercadeo y comunicación. Los kaláshnikov no eliminaron los sables samuráis, y los relojes inteligentes tampoco aniquilarán los relojes mecánicos.

No obstante, Suiza ha perdido de una magnífica oportunidad. Es perturbador constatar que los barones de la relojería helvética encuentran este mercado tan poco interesante. Considerando una realista cifra de ventas de 100 millones de relojes inteligentes por año, hablamos de un mercado que podría alcanzar los 30.000 millones de dólares, lo que supera el valor total de la relojería suiza.

El director de Swatch ironiza

Nick Hakey recurrió a la ironía para referirse al lanzamiento del nuevo reloj inteligente de Apple. “Felicito a la firma de Cupertino por presentar la navegación a través de una corona como gran novedad. Corona que inventó el relojero de lujo suizo Abraham Louis Breguet. Y el director de Swatch, grupo relojero líder en el mundo, añadió durante una conferencia de prensa: “Es genial. No nos sentimos en desventaja en absoluto”.

Según Hayek, si el sector relojero helvético está bajo presión es por la fortaleza del franco, no por los relojes inteligentes: “Los que están bajo presión son los grupos que producen este tipo de objetos: Apple, Samsung o LG Electronics están muy nerviosos. Nosotros, no”.

Los inversores no parecen tan serenos. Las acciones de Swatch perdieron un 2% de su valor en la Bolsa suiza durante la primera mitad de la jornada posterior al anuncio.

swissinfo.ch: ¿Nick Hayek, director del Grupo Swatch, está mostrando una gran apatía con respecto a los relojes inteligentes?

E.M.: ¡Claramente! Es obvio que no le corresponde a Breguet, Rolex, Cartier o Patek Philippe pelear en este terreno, pero sí al Grupo Swatch. Los directivos de las principales empresas relojeras suizas han olvidado su propia historia. En 1970 creyeron que el reloj de cuarzo era un accesorio electrónico sin futuro y que la verdadera relojería solo podía ser mecánica. El resultado: esta industria estuvo a punto de desaparecer.

Con el lanzamiento de Swatch ganamos una batalla, ya que se creó un reloj de cuarzo a la moda. Pero hemos perdido la guerra de la industrialización y de la reconquista de una porción del mercado. Obsesionado por las ganancias a corto plazo, Swatch ha dado un giro de 180 grados con su apuesta por la relojería de lujo, ha preferido invertir en marcas y sitios de venta en todo el mundo, en vez de hacerlo en ideas.

swissinfo.ch: ¿La falta de diversificación de la relojería suiza es una fuente de riesgos?

E.M.: Es evidentemente un riesgo. La relojería suiza se parece cada vez más a una reserva indígena. Ha elegido deliberadamente quedarse fuera de todas las transformaciones actuales. Y no por falta de ideas, creatividad o innovación, sino por una elección estratégica. Desafortunadamente, a Suiza le hace falta un Steve Jobs, de un verdadero directivo con proyección de futuro. Esto no significa forzosamente que nos hayamos equivocado, pero sí que en materia de relojes inteligentes, la suerte está echada.

Publicado 
Por Samuel Jaberg, swissinfo.ch